ENTRA YA EL OTOÑO

El otoño nos evoca la importancia de dejar las cosas pasadas y avanzar con ánimo y esperanza hacia el futuro.

José Luis Ortiz Flores

En un año sui generis para esta generación, entra ya el otoño en el hemisferio norte de nuestro planeta, y con él llegamos a la cifra oficial de 1 millón de fallecidos por la pandemia (https://www.worldometers.info/coronavirus/?utm_campaign=homeAdvegas1?).

La entrada de una nueva estación evoca tiempos de cambio; pero el otoño hace palpable que el dejar atrás lo pasado es lo natural: cambia el follaje de los árboles, cambian los colores de los paisajes, cambian las vistas de la Luna. Incluso, en algunos países, significa el fin de las vacaciones y el regreso a clases. Sin embargo, nuestras sociedades se resisten al cambio. 

Nos resistimos, a veces por la añoranza del pasado, a veces por la esperanza de que pronto vengan mejores tiempos, a veces por la desesperación de que “ya termine esto”. Pero también nos resistimos por falta de disciplina personal, factores culturales, ignorancia o simple negación.

Mientras que en América, los países con gobiernos populistas como Estados Unidos, México y Brasil tienen los peores resultados en todo el mundo del manejo de la crisis sanitaria, en Europa pronostican rebrotes (https://www.worldometers.info/coronavirus/?utm_campaign=homeAdvegas1#countries).

Los gobiernos han desarrollado lineamientos, normatividad y protocolos para la reapertura económica de nuestros países (https://redintegralis.live/2020/06/24/en-el-proximo-reinicio-de-actividades-los-restaurantes-deben-de-estar-bien-preparados-contra-el-covid-19/) ; sin embargo, pocos los conocen en forma adecuada y arroyados en el día a día, y cubiertos de esperanza, equiparamos los semáforos y los protocolos para la reapertura, al fin de la pandemia. Pero nada más alejado de eso.

Comenzamos en invierno y estamos ya en otoño, y de la pandemia se conocen muchas cosas, pero muchas otras se desconocen; creemos cuáles pueden ser los tratamientos, los cuidados y las causas. Creemos.

Y de las estadísticas, ni hablar. En todos los países hay lo que se conoce como “muertes en exceso”, cuando se reconoce que hay un factor para estimar los casos y las muertes totales, que debe multiplicar los datos que se tienen registrados; pero tener certeza y confianza en estas cifras es realmente complicado. Obviamente, hay casos más dramáticos que otros.

Aprovechemos el otoño, dejando atrás el pasado y viendo con ánimo y esperanza lo que nos depara el futuro. No gastemos energía en lo que se hizo mal, no nos enfoquemos en quejarnos de gobiernos irresponsables que han estado tomando decisiones sin bases científicas o técnicas, si no con criterios políticos y populistas. Enfoquémonos en trabajar creando energías positivas y en disfrutar la vida.El cambio no puede venir anclándonos en el pasado, enfoquémonos en lo nuevo y desarrollémoslo, que entra ya el otoño.

Nos encantará ayudarte

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio

Este sitio web utiliza cookies para mejorar la experiencia del usuario a través de su navegación.