José Luis Ortiz Flores
Este período de confinamiento nos ha permitido reflexionar sobre la forma de hacer las cosas, en lo personal y en lo profesional. Alrededor del mundo hemos visto escenarios inéditos (https://redintegralis.live/2020/04/23/tiempos-de-escenarios-ineditos/) que nos hacen cuestionarnos sobre cómo debe ser una mejor manera de trabajar y de vivir. Un análisis sobre el Compliance Ambiental y la Nueva Normalidad puede ser útil en la toma de decisiones empresariales.
En estos últimos meses, el hombre (de forma forzada) ha tenido una mejor relación con el medio ambiente, permitiéndonos observar fenómenos positivos: diversas especies animales que ya no se veían en algunos lugares y que se han logrado observar recientemente, fenómenos como la bioluminiscencia en algunas costas donde hace décadas no sucedía, menor uso de automóviles, menor uso de aviones; en fin, éste ha sido también un período de respiro para la relación del hombre con la naturaleza. ¿Queremos regresar a la normalidad? ¿Queremos continuar nuestro ritmo respecto a la capa de ozono, el descongelamiento de los glaciares? ¿Queremos que en esta nueva normalidad nuestra relación con el medio ambiente permanezca igual?
México ha construido desde hace aproximadamente 30 años normatividad ambiental que puede y debe fortalecerse, que puede y debe cumplirse. Suena poco tiempo 30 años, pero instituciones como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), el Instituto Nacional de Ecología, la Procuraduría Federal del Protección al Ambiente (PROFEPA) son instituciones que los mexicanos hemos ido construyendo hace relativamente poco tiempo.
Estas instituciones se crearon a partir de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro en 1992, y desde entonces los mexicanos hemos ido construyendo un marco normativo ambiental que puede ponernos a la altura de los mejores países del mundo en este rubro.
(https://www.eleconomista.com.mx/politica/Extitulares-de-medio-ambiente-piden-a-AMLO-no-desmantelar-la-politica-ambiental-de-Mexico-20200605-0050.html ).
Una vez más, el Compliance se nos presenta más que como una obligación, como una oportunidad para trabajar y vivir mejor. No lo veamos con un enfoque político, partidista o burocrático, veámoslo como las reglas del juego del hombre con la naturaleza, para finalmente tener una mejor calidad de vida.
No tener conciencia de esta necesidad refleja actitudes egoístas, egocéntricas y miras de muy corto plazo. Y me refiero tanto al Gobierno, como a las empresas.
Tenemos como sociedad una gran oportunidad de replantearnos la forma de trabajar en nuestra relación con la naturaleza. Temas como la movilidad, el transporte público, el home-office, los viajes de negocios, son temas que se vieron impactados en estos meses y son también temas que ameritan su análisis y replanteamiento hacia la “nueva normalidad”, pensando en una mejor calidad de vida y una mejor relación con nuestro medio ambiente.
No se lo dejemos todo al Gobierno; como empresas podemos hacer estos replanteamientos y aplicarlos en nuestro día a día. Ya si, además podemos defender el marco normativo ambiental, frente a grupos con intereses distintos a los aquí planteados, qué mejor.
Hagamos este análisis para nuestra empresa, con esta conciencia de contribuir a una mejor forma de vida como sociedad.