José Luis Ortiz
RED DE CONSULTORES
Tener una Planeación Estratégica, procesos productivos eficientes, gobernanza, liderazgo, y otras herramientas administrativas nos ayuda a mejorar, a enfrentar las adversidades, a cumplir objetivos (http://redintegralis.live/2020/03/26/los-procesos-para-la-gestion-de-la-empresa/ ), pero, el desarrollo del hombre requiere de una chispa.
El desarrollo del hombre, como especie, como sociedad, requiere de esa chispa que a cada uno de nosotros nos empuja a ser mejores, a ser diferentes, a ir por nuevos caminos. Esa chispa que ha existido desde siempre y que nos ha llevado a apreciar la belleza, a reconocer la estética, a tener maquinaria cada vez más eficiente, a una revolución industrial, a tener nuevos y mejores medios de transporte, a tener nuevas y mejores fuentes de energía, a viajar al espacio, a conectarnos por Internet; algo así como el lema de las olimpiadas: “citius, altius, fortius”, más rápido, más alto, más fuerte” https://edition.cnn.com/2020/05/30/tech/spacex-nasa-launch-astronauts-scn/index.html.
Esa chispa que nos llama a esforzarnos por la excelencia personal, y entonces, como sociedad, y cada quien en su campo de actuación, participamos en el desarrollo del hombre.
En la empresa, existiendo esa chispa, los criterios de reclutamiento y de desarrollo de personal se vuelven naturales y lógicos; las reingenierías y la mejora continua son normales; el cumplimiento normativo, cuando es lógico, es un requerimiento mínimo, y cuando no es lógico puede provocar ventanas de oportunidad de negocio, cuando la ciencia y la tecnología van varios pasos por delante de la legislación y de la norma.
Debemos tener mucho cuidado cuando una sociedad desincentiva esta chispa, cuando un país obstaculiza la creatividad, el emprendimiento, la investigación, la ciencia, la innovación, la tecnología, las nuevas formas de hacer las cosas (https://www.eluniversal.com.mx/opinion/ana-paula-ordorica/los-tres-strikes-que-poncharon-las-energias-limpias ).
Si esto sucede, las empresas somos aún más responsables de mantener, de incentivar y de exigir esa chispa, esa chispa que nos provoca a ser mejores, que nos empuja a hacer las cosas de manera diferente, para crear valor y entregar valor.