Casi todos los que de una u otra manera se dedican a la comercialización o desarrollo de franquicias escuchan esta pregunta, y la respuesta que buscan quienes la hacen no es fácil.
Habitualmente lo que se busca es: “una franquicia barata y que deje mucho”.
Vamos a intentar dar respuesta.
Empecemos por utilizar adecuadamente los términos, propiamente no hay “Franquicias Baratas” hay franquicias de “Baja inversión”.
Puede parecer únicamente semántico pero no lo es. Si bien barato es algo que se compra a bajo precio, la propia definición es ambigua: Lo que puede parecer barato para unos, no lo es para otros.
Por eso es mejor ocupar otra definición (de uso común en el sector) que es Franquicias de Baja Inversión.
Si lo dejamos así, sigue siendo el mismo problema, “Baja Inversión” es distinto para cada quien.
No es lo mismo baja inversión para un estudiante que acaba de salir de la universidad y ha logrado juntar algún dinero, que para una persona que ha recibido su jubilación.
En términos generales hablemos de “Franquicias de Baja Inversión” en un monto de 15 mil a 300 mil pesos.
Ahora la segunda parte: Rentable
El término rentable es más simple de aclarar, pero posiblemente no sea la respuesta esperada. Rentable no necesariamente quiere decir que “deje mucho dinero” o “muchas utilidades”.
Rentable quiere decir, en pocas palabras “Que produce beneficios o ganancias”.
Otra definición apropiada es: “Que produce un beneficio que compensa la inversión o el esfuerzo que se ha hecho.”
Y esto puede darnos una mejor idea de que es lo que obtendremos. No se puede esperar que una franquicia que tienen una inversión de $20,000 pesos (mil dólares) ofrezca utilidades (ganancias después de gastos) de 50 mil pesos mensuales.
Lo que es posible esperar es que una franquicia de bajo costo recupere la inversión en un periodo menor al ser menor el monto inicial. Pero no, no va a hacernos millonarios de la noche a la mañana.
¿Que necesito saber para poder invertir en una marca de baja inversión?
En primer lugar, que sea una franquicia seria, debe ser clara en cuanto a lo que ofrecen y lo que no ofrecen. Algunas franquicias pueden dar un costo más bajo si son las dueñas del mobiliario, o si no hay un soporte continuo, o por medio de un contrato que especifique que los productos se adquieren exclusivamente por medio del comisariato. Incluso puede ser una marca que ha suprimido el local y permita que el negocio se establezca “home – office” (desde el domicilio del emprendedor). Todo esto puede estar bien, siempre y cuando el inversionista esté claramente enterado de ello. Así que en las franquicias de baja inversión se sigue manejando la ya conocida regla: “Investigue ANTES de invertir”.
Tener claro el concepto del negocio: ¿Es una franquicia de distribución de un producto?, ¿Tengo que realizar ventas de sitio en sitio?, las opciones pueden ser muchas, pero nuevamente PREGUNTE antes de iniciar el nuevo negocio. De antemano recuerde que si se escucha demasiado bueno para ser cierto… posiblemente no lo sea.
Entender quien operará el negocio. Y con esto tenemos también que enteder el tiempo que tenemos disponible. Es muy común que en una franquicia de este tipo el franquiciatario sea el propio operador, ya que de esta manera se disminuyen costos (no es una regla, pero si es muy común). De esta manera, averigüe antes de adquirir la franquicia, si se considera que usted operará el negocio o si los ingresos permiten un encargado.
De ser posible averigüe si hay otras personas operando la marca que puedan darle una opinión. Que UNA persona le de una opinión negativa no es realmente un signo, pero que note usted un patrón de inconformidad puede ser un indicio.
Las franquicias de baja inversión son una alternativa real para inversionistas que cuentan con recursos limitados, pero quieren incursionar en un sector creciente. También resultan una gran alternativa para quienes no desean arriesgar grandes cantidades de capital. La receta es la misma que con cualquier inversión: INVESTIGUE ANTES DE INVERTIR.
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